La redacción de textos en internet debe seguir las mismas estructuras que hacerlo para el ámbito académico o científico. No se trata de sentarse ante el ordenador o tablet y dejar que fluyan las ideas, hay bastante trabajo más.
Normalmente, a la hora de escribir un artículo o un contenido, conviene seguir una serie de pasos, que podríamos resumir en los siguientes:
Estructurar las ideas:
Son aquellas líneas maestras que el texto va a tener, son el eje sobre el que vertebrar nuestro discurso.
No andarse por las ramas:
Si elaboramos el texto con muchas palabras de relleno, y si además lo hacemos al principio, corremos el riesgo que el lector abandone la lectura. Las posibilidades de no volver se disparan, por lo que es algo que no interesa.
Elaborar párrafos:
Un lector necesita claridad, no sólo de ideas, sino visual. Estructurar las ideas en párrafos hará que la lectura sea mucho más sencilla.
Escribir, borrar y volver a escribir:
Por regla general, un texto no sale a la primera. Son muchas las ocasiones en las que hay volver atrás y darle una nueva forma. Eso es quizás una buena señal.
Ponerse en la piel del lector:
Si escribimos es para que alguien nos lea, por eso no es una buena idea generar un contenido y no volver a leerlo. Suelen aflorar errores gramaticales, alguna tilde que se escapa, erratas…
De igual manera, al revestirnos de la piel del lector, podemos darnos cuenta de si el texto tiene gancho, si puede funcionar o conviene darle otra vuelta.
A escribir se aprende escribiendo, elaborar frases, enlazar ideas y generar buenas conclusiones es algo que con práctica se puede llegar a hacer rutinario. La gracia es hacerlo bien y conseguir de ello un arte, el de dominar las diferentes técnicas de redacción de textos.