El rebranding consiste en refrescar o renovar la imagen de marca. Algo necesario si la compañía pretende evolucionar y adaptarse a las necesidades cambiantes. Es decir, acabar con lo que no funciona y apostar por lo que sí.
Definimos el rebranding como el conjunto de acciones, ya sea cambio del nombre de una marca, del logotipo, del eslogan o del mensaje, que lo que pretende es cambiar la imagen mental que percibe el cliente o los inversores de una compañía ya establecida.
Prácticamente, la totalidad de las marcas cambian su imagen a lo largo del tiempo, en algunos casos esto ocurre de una manera sostenida en el tiempo, y en otros casos ocurre de una forma más abrupta. Aunque el objetivo final siempre consiste en cambiar la manera en que percibe la marca, su target o público objetivo, y buscando una diferenciación, importante para el consumidor y creíble.
¿En qué casos es aconsejable hacer rebranding?
-Diferenciación de la competencia. Si tu marca actúa en un mercado en que las empresas se diferencian poco o nada unas de otras, en este caso, puede ser muy beneficioso para tu imagen de marca que el cliente perciba tu marca como distinta.
Puedes basar tu diferenciación en que la calidad es ligeramente superior, los diseños son únicos, tu marca participa en obras sociales, es medioambientalmente sostenible… En cualquier caso, la diferencia debe ser una característica que tu público objetivo valore.
-Pérdida en tu cuota de mercado. Esta es una de las circunstancias en las que de manera más rápida las compañías se plantean en llevar a cabo una estrategia de rebranding.Si ha descendido el número de clientes sin que haya habido ninguna modificación en las características del producto, puede deberse a que la imagen de tu marca haya empeorado o que ha mejorado la imagen de tu competencia.
-Combatir una mala imagen de marca. Cuando una empresa ha realizado una actividad con algún tipo de connotación negativa, es natural pensar que la imagen de la marca se verá afectada por lo mismo. Pero en este caso en concreto no basta con un lavado de imagen como cambiar el logo, no. En este caso, también debe producirse un cambio en las políticas y comportamiento de la empresa, sea cual sea el sector en el que efectúe su actividad.
-Causas ajenas. Como una crisis mundial, bancarrota o cambios radicales en el mercado que hacen a la compañía replantearse un cambio organizacional. Esto suele venir acompañado de una nueva estrategia de rebranding.
-Adaptación cultural. Cuando una marca se expande por nuevos países, se puede encontrar con muros culturales, como pueden ser la connotación que tiene un nombre o eslogan en otro país. Por ejemplo, en China no se consume leche a edades adultas, intentar vender colacao puede ser difícil a no ser que adaptes la publicidad o incluso el producto para poder ser consumido con agua.
¿Cómo hacer Rebranding?
1- Restablece la audiencia y el mercado de tu marca. Es posible que después de una minuciosa investigación te des cuenta de que tu público objetivo no es quién creías que es. En ese caso, visualiza a tus compradores y una vez establecidos tu mercado y audiencias reales, podrás empezar a cambiar el nombre a tu empresa.
2- Comienza con la razón comercial. En este caso debes plantearte si lo que tu empresa necesita es un crecimiento acelerado. O, por otra parte, lo que necesita es competir con otras empresas del sector. Si aclaras el motivo que impulsan tus esfuerzos comerciales, podrás ahorrar y dirigir los recursos de tu empresa de una forma adecuada.
3- Redefine la visión, misión y valores de tu empresa. ¿Qué estás haciendo? ¿Cómo lo haces? ¿Por qué lo haces? Cuando evalúes tu visión, misión y valores durante un cambio de marca, estas son las tres preguntas que deberías hacerte.
4- Conoce a tus clientes objetivo. Para llevar a cabo esta parte necesitarás una investigación de tu empresa y de tu target, el objetivo es comprender la percepción de tu empresa por parte de tu público objetivo.
5- Cambia el nombre de tu empresa. Si estás revisando tu nombre mientras cambias de marca, concéntrate en la alineación con tu visión, misión y valores, más que lo que suena bien.
De esta manera, el nuevo nombre tendrá más posibilidades de respaldar tu crecimiento y objetivos a largo plazo.
6- Desarrolla tu identidad de marca. Esta es la parte de la estrategia de rebranding en la que desarrollas los elementos visuales que comunicarán tu marca. Piensa en el nombre de la empresa, el logotipo, el lema, los colores, el diseño de la tarjeta de presentación y cosas por el estilo.
7- Trabaja tu presencia online. Tu sitio web es la herramienta de comunicación y desarrollo empresarial más importante. Es el lugar donde puedes contar una historia convincente a cada una de tus audiencias. El primer lugar al que acudirá un posible cliente o empleado para obtener más información sobre tu empresa.
8- Promover un plan de construcción de marca. El elemento final de la estrategia de Rebranding es desarrollar un plan para promover y fortalecer la nueva marca. Es importante ver cómo lo lanzarás internamente. Y es fundamental que los empleados adopten la nueva marca. Una buena forma de hacerlo es agregar una publicación de blog o una noticia que explique el cambio.