Todas las marcas de éxito cuentan con un logo. Quizás a priori, no sea lo primero que se te pase por la cabeza como necesidad imprescindible para montar una empresa, pero si que lo es. Y te vamos a explicar porque:

-Capta la atención de los usuarios. Sean clientes o clientes potenciales, es importante que reconozcan tu marca, ya que da caché y prestigio. Actualmente conseguir llamar la atención del público es muy complicado y solo cuentas con alrededor de 8 segundos para ganártelos. Si tienes un logo formado, con aspecto profesional y que transmite unos valores, ya vas a conseguir al menos que sus primeras impresiones sean buenas. De esta forma, despertará su interés y ganas de conocer más acerca de tu negocio, de no ser así en menos de 8 segundos, has perdido una venta o posible cliente.

-Es un pilar de tu identidad de marca. ¿Sabes como se forma una identidad de marca con éxito? Contando una historia que les transmita a los clientes. Es decir, nombrar un relato en el que se sientan identificados.

El logo es el reflejo de la empresa, es su sello de identidad, el cual aparecerá en todas las tarjetas de visita, páginas web, documentos, etc. La marca concreta y comercializable que se va a viralizar.

-Es un gran atractivo visual. Es la unión de letras o dibujos que forman la historia o el porqué de la vida de la empresa. Son el símbolo de identificación para los clientes, quizás allá ocasiones en las que no se acuerden del nombre de la empresa, pero si sepan reconocer cual es su logo. Por ello, tienes que utilizar colores atractivos, que den paz y armonía en su composición.

Es la señal de identidad que te va hacer diferenciarte de la competencia. Así que tiene que funcionar como el perfecto icono, que transmita los valores de la empresa y que sepa llegar a los clientes. Mostrando porque es el tuyo mejor que el resto y por ende tu empresa.

-Da confianza, seguridad y consistencia a la marca. Con el paso del tiempo el logo se acabará convirtiendo más reconocible y la gente lo terminará familiarizando. Y eso es lo que genera la fiabilidad y accesibilidad de que la marca es buena y ha perdurado en el tiempo. Digamos que es el centro de la marca y es por eso que hay que cuidarlo y trabajarlo antes de arranca el negocio.