Es un concepto polifacético, fluido y cada vez más vigente dentro y fuera del ámbito comercial y profesional, que lleva camino de convertirse en eso que los ingleses llaman un must. Es, salvando las distancias, tu presentación en sociedad. Y, sin ánimo de ofender, es muy probable que te venga bien un baño de copywriting de marca personal.
Para nuestra suerte o nuestra desgracia vivimos en el mundo del relato, en el que todo se compra y se vende. Filosofías aparte, lo bueno es que podemos elegir. Es el tema de esta entrada: podemos emplear las técnicas de copywriting para mejorar nuestro perfil en redes sociales, afinar la sección “About Us” de nuestra web o aprender a resaltar los aspectos personales que queramos.

El concepto: imagen, trabajo y redes

Aunque es fácil hacerse una idea general, ni los expertos se ponen de acuerdo acerca de qué es exactamente la marca personal. Sí, podemos decir para abreviar que es la imagen que los demás se hacen de nosotros. O tal vez sería más preciso decir que es la imagen que proyectamos de nosotros mismos. Ves, ya empiezan las complicaciones…

Esa imagen, esa huella que dejamos en los otros no tiene por qué tener una orientación digamos comercial; esto es especialmente cierto en el mundo 2.0, en el que nos relacionamos en gran medida de manera virtual a través de perfiles, donde tenemos una dura lucha que librar contra el anonimato.

Pero también mantiene esa clásica faceta de “saber venderse”. Si somos profesionales independientes, o si representamos un producto, un servicio o una compañía, nuestra marca personal tiene un efecto decisivo. El cómo nos conozcan y nos vean, lo que piensen de nosotros, afecta a nuestra empresa, negocio o trabajo.

La marca personal no es una cosa que se decida tener: todos la tenemos, queramos o no. Otra cosa es que podamos decidir cómo es nuestra marca personal: sí, podemos. Esa gestión es lo que solemos llamar personal branding, y donde comienza a intervenir el copywriting.

Las ventajas de la marca personal

¿Sabes ese perfil tan atractivo en LinkedIn que hace que los reclutadores de talento te busquen a ti en lugar de buscarlos tú a ellos? Sí, eso pasa, te lo garantizo. Y fíjate en esa página de ese sitio web, el “Sobre mí”; pues aunque no te lo creas, ese rinconcito “personal” que no puede faltar en ningún e-commerce tiene más visitas y genera muchas más conversiones de lo que te imaginas.

Son solamente dos casos, los más evidentes, que acreditan el peso del copywriting en la marca personal. Porque la imagen personal hay que trabajársela. En el ámbito profesional, la tarjeta de presentación y el CV sirven para lo que sirven, pero no son tú. En el ámbito social, tú eres algo más que tus fotos de Instagram y las cuentas que sigues y te siguen en Twitter.

Lo que obtienes es oro molido, que diría mi abuela. Permite que te reconozcan, que te distingan del resto del común de los mortales. Y además, por los rasgos y atributos que tú quieres resaltar, los que te hacen marcar la diferencia.

Las fases: estudio, estrategia, comunicación

La forja de una marca personal pasa por varias etapas. Tres, para ser exactos:

  • Estudio: Es la fase previa, marcada por la autoexploración. Lo primero es saber quién eres, ¿no te parece? Establece por qué y para qué quieres que se te reconozca, define tus puntos fuertes (y también los débiles), y ante todo fíjate en si puedes aportar algún valor añadido que te diferencie de los demás.
  • Estrategia: Establece unos objetivos concretos (si puedes medirlos, mejor) y ten muy presente el perfil de tu audiencia para plantear una estrategia, aunque sea a grandes rasgos. Esta fase depende en gran medida de tu “modelo de negocio”, y es muy probable que tengas que volver a pasar por aquí a menudo.
  • Comunicación: Todo esto está muy bien, pero si no consigues comunicarlo… La visibilidad es el terreno de juego del copywriting de marca personal. Se trata de plasmar todo aquello que quieres enseñar al mundo de una manera efectiva, que llegue a quienes tiene que llegar, donde, cuando y como tú quieres.

Eres lo que escribes (o lo que un copywriter escribe sobre ti)

Todo cuenta para definir y transmitir tu marca. Tus actos, ante todo; también tus actitudes conductuales y tu gestualidad física. Tus palabras, y el vago universo de tus intenciones. Pero ten en cuenta que si expresas todo eso por escrito, hay que escribirlo bien. Es aquí cuando debes acudir a un copywriter de confianza.

¿Y cómo es el copywriter que buscas? Alguien que sepa hacer copywriting de marca personal de manera específica, o sea, capaz de reconocer las fronteras entre lo público y lo privado, de expresar las sutilezas de la personalidad y de manejar las técnicas y recursos lingüísticos para sugerir al lector las bondades y beneficios de su relación con el titular de la marca: tú.

Además, e igualmente importante, ha de saber cómo conseguir que la buena impresión sea duradera, porque nadie quiere ser flor de un día ni que lo parezca. Suelo decir que el copywriting es una carrera de fondo, porque no basta con poner en pie una estructura sólida de frases y palabras con una encantadora capacidad para persuadir. También hay que mantenerla.

Esto en términos más materiales se concreta en que no debes, bajo ningún concepto, entender tu marca personal como algo estático, trabajarla a fondo para luego dejarla languidecer cual estatua de sal. Tu personalidad va evolucionando con el tiempo, ¿o piensas, dices y haces lo mismo que hace diez años? Tu copywriter de cabecera debe saberlo también.

¿Personal branding? ¡Personal writing!

En última instancia, se trate de mimar tu marca comercial o personal, de redactar llamadas a la acción o de hacer una curación de contenidos, busca a un copywriter profesional en el que puedas confiar.